Sesiones familiares

Sesiones familiares

Sesiones familiares

¿Qué son las sesiones familiares?

Ayer tenía una tarde de estas pensativas y me di cuenta de que nunca os conté de qué se tratan las sesiones familiares y pensé que era importante contaros por qué decidí añadir este servicio.

Siempre me ha gustado ver fotos familiares. Cuando era pequeña mi madre guardaba todas las fotos en una vieja sombrerera de cuero, color caqui que ponía encima del armario en su habitación, aún recuerdo su aroma. Adoraba el momento en que mamá bajaba la sombrerera, corría la cremallera y las historias pasadas volvían a cobrar vida. Miraba cada foto al detalle ¿Quién es esta mamá? ¿y este? ¿Dónde estabas en esta foto? Recuerdo mirar siempre el reverso de las fotos para ver si tenían anotada alguna fecha, sino siempre se lo preguntaba a mi madre.

Ahora que soy madre la historia se repite con mis hijos, siempre disfrutamos cuando desempolvamos los álbumes de fotos y nos perdemos en sus páginas. Y es que la misma foto cada año se ve distinta, creo que a medida que vamos creciendo miramos con otros ojos. Y si las fotos nos atrapan, imaginaos los vídeos…. Ains, volver a oír sus voces de pequeños, las canciones de cuna, la primera vez que montaron en bici, vídeos de alguna escapada… pueden pasar horas sin que nos demos cuenta y ese momento familiar compartido no lo cambiaría por nada en el mundo.

Y si, por todo esto nació la idea de las sesiones familiares.

Estas sesiones son especiales, no hay posados, no hay preparación, se trata de captar esos pequeños momentos de la vida diaria que quizás en la rutina puedan parecer poco interesantes, pero poder conservarlos a lo largo del tiempo es un regalo para el alma.

Todo fluye natural y espontáneo. Las familias elijen qué actividades quieren hacer, no hay reglas. Pueden leer cuentos, cocinar, montar en bici, arreglar el huerto…. A veces las cosas más insignificantes, cuando les prestamos atención, pueden ser mágicas. Poder explicar lo bonitas que son estas sesiones es complicado, así que mejor os dejo una muestra.

Y ¿Cómo son?

Suelo grabar entre 4 y 5 horas, que pueden ser seguidas o en diferentes momentos del día, incluso en diferentes días. Me gusta respetar los tiempos y los espacios, si un bebé llora o un niño se enfada, simplemente espero, por eso suelo grabar varias horas, porque en la vida no hay guion y dejando las cosas pasar es cuando salen las imágenes más bonitas.

Luego con todo el material hago una selección cuidadosa, de cada plano, de las voces, los espacios. Ahora sólo queda unir cada parte con mimo para lograr un resultado tierno y emotivo que querréis ver muchas, muchas veces. Para concluir elijo un bonito estuche donde esta pieza se pueda conservar durante años y sólo queda que la disfrutéis.

Mi consejo es que hagáis una sesión familiar una vez al año. Daos ese caprichito, permitíos ser los protagonistas de una bonita historia. Cada año será distinta y crearéis una videoteca de recuerdos que perdurará por varias generaciones. Os aseguro que vuestros hijos y nietos estarán encantados de que así lo hagáis, incluso vosotros mismos con el paso del tiempo podréis comprobar que la inversión habrá sido mínima en comparación a todo lo que os aportará.

Bueno y esta es la historia de cómo se me ocurrieron las sesiones familiares. ¿Qué os ha parecido? Si os ha gustado compartir, dejar un like y/o comentar, me encantará leeros. Y si queréis que hable de algún tema en especial pedir por esa boquita.

Aprovecha el descuento

Os animo a haceros vuestra primer sesión, recordar que aún podéis disfrutar del vale descuento de 100€ que podéis descargar aquí. Si tienes alguna duda puedes llamar, enviar un whatsapp o rellenar el formulario de contacto y te contestaré lo antes posible.

¡Nos vemos la próxima semana!

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